Solemnidad de la Santísima Trinidad

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Liturgia de la Palabra-Solemnidad de la Santísima Trinidad

Himno

 

Creo, Señor

            Pueden escuchar este canto en YouTube aquí

 

Creo, Señor, pero aumenta mi fe. (x2)

 

Creo en Dios Padre Todopoderoso,

creador del cielo y de la tierra.

 

Creo en Jesucristo, su único Hijo,

que se hizo hombre y murió por salvarnos.

 

Creo en el Espíritu Santo

y en la Iglesia Católica,

nuestra madre.

 

Cesáreo Gabaráin. ℗ 2011 OCP. Usado con permiso.

Introducción

Todos se persignan con la señal de la cruz diciendo, “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

Líder:                           Alabemos a Dios, quien llena nuestros corazones y nuestro hogar con la paz.

Bendito sea Dios por siempre.

Todos responden:        Bendito sea Dios por siempre.

Canten o reciten el Gloria juntos:

 

                        Gloria a Dios en el cielo,

y en la tierra paz a los hombres que ama al Señor.

Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,

te damos gracias,

Señor Dios, Rey celestial,

Dios Padre todopoderoso.

Señor, Hijo único, Jesucristo;

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;

tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;

tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;

tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;

Porque sólo tú eres Santo,

sólo tú Señor,

sólo tú Altísimo, Jesucristo,

con el Espíritu Santo

en la gloria de Dios Padre.

Amén.

 

Líder:               Oremos.

Dios Padre, que al enviar al mundo

la Palabra de verdad y el Espíritu santificador,

revelaste a todos los hombres tu misterio admirable,

concédenos que, profesando la fe verdadera,

reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad

y adoremos la Unidad de su majestad omnipotente.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,

que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,

y es Dios por los siglos de los siglos.

Lecturas

Se recomienda que alguien que no sea el líder proclame las lecturas del día de una Biblia.  De lo contrario, las lecturas diarias se pueden encontrar en http://www.usccb.org/bible/lecturas/

Primera Lectura: Éxodo 34, 4b-6. 8-9

Salmo Responsorial: Daniel 3, 52. 53. 54. 55. 56

Respuesta (todos juntos): Bendito seas, Señor, para siempre.

Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres:

Bendito tu nombre santo y glorioso.

Respuesta (todos juntos): Bendito seas, Señor, para siempre.

Bendito seas en el templo santo y glorioso.

Bendito seas en el trono de tu reino.

Respuesta (todos juntos): Bendito seas, Señor, para siempre.

Bendito eres tú, Señor,

que penetras con tu mirada los abismos

y te sientas en un trono rodeado de querubines.

Bendito seas, Señor, en la bóveda del cielo.

Respuesta (todos juntos): Bendito seas, Señor, para siempre.

Segunda Lectura: 2 Corintios 13, 11-13

Evangelio (Todos se ponen de pie para la lectura del Evangelio. Un laico omite el saludo, “El Señor esté con ustedes” y procede a “Una lectura del santo Evangelio según San…”): Juan 3, 16-18

Reflexión sobre las lecturas

Esta semana tenemos una reflexión del recién ordenado Padre Stephen Than, Vicario Parroquial en la Iglesia Católica del Espíritu Santo en Bowling Green:

La Santísima Trinidad

Los cristianos católicos no adoramos a un Dios aislado sino al Dios trinitario: un solo Dios, tres Personas. No somos meros monoteístas ni somos politeístas; nuestro monoteísmo es trinitario (cf. Karl Rahner).

Aunque nuestro intelecto creado y finito no puede no comprender en sí completamente la Trinidad Infinita (al menos no hasta que tengamos una visión beatífica), el Evangelio de hoy nos revela algo verdadero sobre la Trinidad misteriosa: el misterio de todos los misterios cristianos. Juan 3,16 (probablemente el versículo bíblico más conocido y querido de todos los tiempos) nos dice: “Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único…” 1 Juan 4,8 también dice: “Dios es amor.”

El lenguaje y la noción de “amor” implica que hay más de una persona, porque la caridad/amor no puede existir sin la pluralidad de personas. Si hay alguien que ama, también tiene que haber alguien que sea amado, y luego tiene que haber amor mismo o el fruto de este amor. Por lo tanto, tenemos esta “analogía” de Dios el Padre como el Amante, Dios el Hijo como el Amado, y Dios el Espíritu Santo como el Amor con el que el Padre ama al Hijo [o el Espíritu Santo como el fruto de este amor mutuo. entre el Padre y el Hijo]. Esto nos lleva al hecho de que, incluso sin la creación, Dios seguiría siendo la Trinidad, es decir, Dios es eternamente en sí mismo la Trinidad. Esto es lo que los teólogos llaman la “Trinidad inmanente” o lo que los Padres de la Iglesia llaman la “Theologia“: la vida más íntima de Dios dentro de la Santísima Trinidad fuera de la creación (cf. CIC 236).

También es por “amor” que el Padre envió al mundo al Hijo (cf. Juan 3,16) quien realizó la obra de salvación en unión con el Espíritu Santo. En la economía de salvación en la que Cristo revela al Padre invisible, podemos ver la obra colaborativa de la “Trinidad Económica”. Como dice el Catecismo 236, “Por la Oikonomia (economía) nos es revelada la Theologia…” (teología o la Trinidad inmanente).

En resumen, nuestro Dios antes, dentro y fuera de la creación es la Trinidad, la comunión de tres Personas en el Amor: Nuestro Dios es Amor.

¿Qué significa la Trinidad para nosotros hoy en este tiempo de pandemia global?

Todos somos creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1,27) quien es Amor, y también estamos llamados a ser perfectos como nuestro Padre celestial (Mateo 5,48). El llamado de nuestro Imago Dei es “amor”. El llamado a la perfección también es “amor”. Una forma de ser la expresión viva de nuestro amoroso Dios trinitario es también “amar” a los demás como Él nos ama.

Cada camino comienza con un paso, por lo que debemos tomar un pequeño comienzo que conduzca a un gran final. Este simple paso puede ser tan simple como preocuparnos por nuestros vecinos por “amor”. Especialmente en este momento cuando nos distanciamos socialmente de los demás, nuestro llamado es amar primero a las personas que nos rodean, antes de que finalmente podamos amar a los demás. Debemos amar a nuestras familias, nuestras iglesias domésticas, la célula principal de la sociedad. Sobre todo, todo lo que hacemos debe hacerse por la caridad cristiana. Debemos estar impregnados de AMOR.

Además, también puede encontrar reflexiones en inglés en video de la USCCB sobre las lecturas aquí: http://www.usccb.org/bible/reflections/.

Tomen un período de silencio para reflexionar sobre la Palabra de Dios.  A lo mejor les gustaría hacer las siguientes preguntas:

                        ¿Qué palabra o frase toca su corazón?

                        ¿Cómo pueden aplicar este mensaje a su vida diaria?

Oración de los fieles

Líder:               Demos gloria al gran Dios, presentando nuestras necesidades con confianza.

Ustedes o los miembros de su familia pueden ser invitados a decir sus intercesiones en voz alta, a lo que todos responden: “Señor, escucha nuestra oración”.  Sería bueno incluir una oración por el fin de la pandemia del coronavirus y un regreso a la Eucaristía dominical pública.

Líder:               Dios de infinita misericordia, escucha las oraciones de tu pueblo, que alaba todas las cosas buenas que vienen de ti, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Respuesta:       Amén.

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío,

que estás real y verdaderamente presente

en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosas

y deseo, en este momento, recibirte sacramentalmente,

más ya que no puedo

hacerlo sacramentalmente,

ven, por lo menos, espiritualmente a mi corazón.

Te abrazo como si ya estuvieras ahí, y me uno completamente a ti.

No permitas que me separe de tí. Amén.

Acto de Acción de Gracias

Hagan una oración de acción de gracias. Esta puede ser su propia oración personal de acción de gracias, un cántico de alabanza de las Escrituras, o pueden elegir uno de los siguientes Salmos: Salmo 100; Salmo 113; Salmo 118, 1-4. 19-29; Salmo 136; Salmo 150

Rito de conclusión

En solidaridad con nuestra diócesis, aquí podrían incluir la oración del Papa Francisco a María por la protección contra el coronavirus encontrada al comienzo del Suplemento de Oración de la Diócesis de Owensboro.

Líder:               El Señor nos bendiga, y nos guarde de todo mal, y nos lleve a la vida eterna.

Todos se persignan con la señal de la cruz.

Respuesta:       Amén.

Como una opción aquí, podrían agregar “Démonos un signo de la paz” extendiendo un signo de la paz de Cristo a sus seres queridos mediante un abrazo, un beso o lo que sea más apropiado para su situación.

Himno

Un Mandamiento Nuevo

            Pueden escuchar el canto en YouTube aquí

 

Un mandamiento nuevo nos da el Señor,

que nos amemos todos como nos ama Dios.

 

La señal de los cristianos

es amarnos como hermanos.

 

Perdonemos al hermano

como Cristo nos perdona.

 

Donde existe amor fraterno

Cristo está y está su Iglesia.

 

Amar es estar al lado

del que es pobre y olvidado.

 

En la vida y en la muerte

Dios nos ama para siempre.

 

Dominic MacAller, ℗ 2011 OCP. Usado con permiso.