30° Domingo del Tiempo Ordinario

Hagan clic aquí para descargar una versión pdf de esta liturgia para imprimir.

Liturgia de la Palabra

30° Domingo del Tiempo Ordinario

Himno

 

Caminaré

            Escuchen el canto en YouTube aquí

 

Caminaré en presencia del Señor.

Caminaré en presencia del Señor

 

Amo al Señor, porque escucha mi

Voz suplicante,

Porque inclina su oído hacia mí

El día que lo invoco.

 

Me envolvían redes de muerte,

Caí en tristeza y en angustia.

Invoqué el nombre del Señor;

“Señor, salva mi vida”.

 

El Señor es benigno y justo,

Nuestro Dios es compasivo.

El Señor guarda a los sencillos,

Estando yo sin fuerzas me salvó.

 

Alma mía, recobra tu calma,

Que el Señor fue bueno contigo.

Arrancó mi alma de la muerte,

Mis ojos de las lágrimas,

Mis pies de la caída.

 

Juan A. Espinosa, ℗ 2011 OCP. Usado con permiso.

Introducción

Todos se persignan con la señal de la cruz diciendo, “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

Líder:                Alabemos a Dios, quien llena nuestros corazones y nuestro hogar con la paz.

Bendito sea Dios por siempre.

Todos responden:          Bendito sea Dios por siempre.

Canten o reciten el Gloria juntos:

 

                        Gloria a Dios en el cielo,

y en la tierra paz a los hombres que ama al Señor.

Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,

te damos gracias,

Señor Dios, Rey celestial,

Dios Padre todopoderoso.

Señor, Hijo único, Jesucristo;

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;

tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;

tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;

tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;

Porque sólo tú eres Santo,

sólo tú Señor,

sólo tú Altísimo, Jesucristo,

con el Espíritu Santo

en la gloria de Dios Padre.

Amén.

Líder:                Oremos.

Dios todopoderoso y eterno,

aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad,

y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes,

concédenos amar lo que nos mandas.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,

que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,

y es Dios por los siglos de los siglos.

Lecturas

Se recomienda que alguien que no sea el líder proclame las lecturas del día de una Biblia.  De lo contrario, las lecturas diarias se pueden encontrar en http://www.usccb.org/bible/lecturas/

Primera Lectura:            Éxodo 22: 20-26

Salmo Responsorial:    Salmo 17, 2-3a. 3bc-4. 47 y 51ab

Respuesta (todos juntos): Tu, Señor, eres mi refugio.

Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza,

el Dios que me protege y me libera.

Respuesta (todos juntos): Tu, Señor, eres mi refugio.

Tú eres mi refugio,

mi salvación, mi escudo, mi castillo.
Cuando invoqué al Señor de mi esperanza,

al punto me libró de mi enemigo.

Respuesta (todos juntos): Tu, Señor, eres mi refugio.

Bendito seas, Señor, que me proteges;
que tú, mi salvador, seas bendecido.
Tú concediste al rey grandes victorias

y mostraste ti amor a tu elegido.

Respuesta (todos juntos): Tu, Señor, eres mi refugio.

Segunda Lectura:        1 Tesalonicenses 1, 5-10

Evangelio (Todos se ponen de pie para la lectura del Evangelio. Un laico omite el saludo, “El Señor esté con ustedes” y procede a “Una lectura del santo Evangelio según San…”): Mateo 22, 34-40

Reflexión sobre las lecturas                                               

Esta semana tenemos una reflexión de Susan Gesser, Directora de Caridades Católicas de la Diócesis de Owensboro:

Cuando me inscribí para la reflexión de esta semana, lo hice porque las lecturas resumen mi vocación, lo que Dios me llamó a hacer personalmente: amar a Sus hijos que son extranjeros, literalmente, y los extraños, figurativamente, y a los pobres. Al amarnos unos a otros, perfeccionamos nuestro amor imperfecto por Dios y por nosotros mismos. En la última encíclica del Santo Padre Fratelli Tutti (“Sobre la fraternidad y la amistad social”), el Papa Francisco expresa el punto central de la primera lectura de este domingo y del Evangelio de Mateo. De hecho, cita nuestra primera lectura de esta semana en el capítulo dos, “Un extraño en el camino” en el párrafo 61. Al explicar este punto, el Papa Francisco nos recuerda: “es importante que la catequesis y la predicación incluyan de modo más directo y claro el sentido social de la existencia, la dimensión fraterna de la espiritualidad, la convicción sobre la inalienable dignidad de cada persona y las motivaciones para amar y acoger a todos”. Señala que muchos pueden tener plenos derechos en su país de origen, pero son “abandonados o ignorados” por la sociedad en la que viven y se convierten en “un forastero existencial” (Fratelli Tutti, párrafo 97). Dice que esto les sucede a muchas personas en nuestra sociedad: los discapacitados, los ancianos y los migrantes. 

Se nos instruye en el Evangelio de hoy que toda la ley se resume en amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente Y mostrar ese amor en la acción de amar a nuestro prójimo. Por lo tanto, si la sociedad nos enseña a descartar a ciertos seres humanos como parte de lo que llamamos prójimo, es un pecado social que rechaza la ley de Dios. Cumplimos la ley cuando extendemos el mismo amor que tenemos por nuestros hijos y padres a aquellos que son “otros”, ya sean miembros de nuestra parroquia, los que no creen en Dios o incapaces de trabajar. Sabemos que todas las personas estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. Nuestro amor por Dios debe manifestarse a través de nuestras acciones por nuestro prójimo. Mi privilegio es poder hacer eso como mi trabajo y eso puede ser una trampa, pero ¿no hice esto antes de trabajar para la Iglesia? ¿No podríamos todos hacer esto en nuestro trabajo diario o en nuestro trato en el salón de clase, en el barrio, en las redes sociales? Podemos empezar en nuestra casa.  Seguimos llevando el amor por los demás al lugar de trabajo y a la comunidad. Cuando se encuentren con “el otro” en las redes sociales o en la comunidad, deténganse y piensen en el evangelio de esta semana. ¿Son su próximo? ¿Cómo pueden mostrar amor por nuestro Dios a quien aman con todo su corazón, toda su alma y toda su mente a través de su encuentro con esta persona?

En el tercer capítulo de Fratelli Tutti, párrafo 118, el Papa Francisco escribe: “El mundo existe para todos, porque todos los seres humanos nacemos en esta tierra con la misma dignidad… Como comunidad estamos conminados a garantizar que cada persona viva con dignidad y tenga oportunidades adecuadas a su desarrollo integral”. ¿Qué están haciendo para asegurarse de que cada persona viva con dignidad y tenga la oportunidad de convertirse en su mejor ser? Esa es una gran pregunta, y Dios no espera que la hagamos nosotros mismos. Por eso nos dio el uno al otro y a su Hijo.  Nos dio comunidad para dar amor y dignidad a los “otros” que nuestra sociedad ha creado. Nos dio a Jesús porque sabía que nos quedaríamos cortos.

Además, también puede encontrar reflexiones en inglés en video de la USCCB sobre las lecturas aquí: http://www.usccb.org/bible/reflections/.

Tomen un período de silencio para reflexionar sobre la Palabra de Dios. A lo mejor les gustaría hacer las siguientes preguntas:

                        ¿Qué palabra o frase toca su corazón?

                        ¿Cómo pueden aplicar este mensaje a su vida diaria?

Oración de los fieles

Líder:                Demos gloria al gran Dios, presentando nuestras necesidades con confianza.

Ustedes o los miembros de su familia pueden ser invitados a decir sus intercesiones en voz alta, a lo que todos responden: “Señor, escucha nuestra oración”.  Sería bueno incluir una oración por el fin de la pandemia del coronavirus y un regreso a la Eucaristía dominical pública.

Líder:                Dios de infinita misericordia, escucha las oraciones de tu pueblo, que alaba todas las cosas buenas que vienen de ti, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Respuesta:        Amén.

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío,

que estás real y verdaderamente presente

en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosas

y deseo, en este momento, recibirte sacramentalmente,

más ya que no puedo

hacerlo sacramentalmente,

ven, por lo menos, espiritualmente a mi corazón.

Te abrazo como si ya estuvieras ahí, y me uno completamente a ti.

No permitas que me separe de tí. Amén.

Acto de Acción de Gracias

Hagan una oración de acción de gracias. Esta puede ser su propia oración personal de acción de gracias, un cántico de alabanza de las Escrituras, o pueden elegir uno de los siguientes Salmos: Salmo 100; Salmo 113; Salmo 118, 1-4. 19-29; Salmo 136; Salmo 150

Rito de conclusión

En solidaridad con nuestra diócesis, aquí podrían incluir la oración del Papa Francisco a María por la protección contra el coronavirus encontrada al comienzo del Suplemento de Oración de la Diócesis de Owensboro.

Líder:                El Señor nos bendiga, y nos guarde de todo mal, y nos lleve a la vida eterna.

Todos se persignan con la señal de la cruz.

Respuesta:        Amén.

Como una opción aquí, podrían agregar “Démonos un signo de la paz” extendiendo un signo de la paz de Cristo a sus seres queridos mediante un abrazo, un beso o lo que sea más apropiado para su situación.

Himno

Un Mandamiento Nuevo

            Pueden escuchar el canto en YouTube aquí

 

Un mandamiento nuevo nos da el Señor,

que nos amemos todos como nos ama Dios.

 

La señal de los cristianos

es amarnos como hermanos.

 

Perdonemos al hermano

como Cristo nos perdona.

 

Donde existe amor fraterno

Cristo está y está su Iglesia.

 

Amar es estar al lado

del que es pobre y olvidado.

 

En la vida y en la muerte

Dios nos ama para siempre.

 

Dominic MacAller, ℗ 2011 OCP. Usado con permiso.

 

Extractos de la traducción al español del Misal Romano, tercera edición © 2014, USCCB – Conferencia Episcopal Mexicana. Todos los derechos reservados.

Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Usado con permiso. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este texto puede reproducirse por ningún medio sin permiso por escrito del propietario de los derechos de autor.